viernes, febrero 17, 2006

El negro

En la Central me han encargado una investigación sobre las dificultades que experimentan los humanos de este país para encontrar una vivienda digna a un precio razonable. Es decir, un piso de 60 metros cuadrados a menos de 300.000 euros...

He empezado la investigación acudiendo a una agencia inmobiliaria donde me han enseñado unas fotografías preciosas de unas casas magníficas a buen precio. Pero todas tenían alguna pega: estaban en medio de un yermo desolado, al lado de una central nuclear, debajo de un puente de la autopista...

El agente, que no paraba de sonreír desaforadamente, ha pasado a mostrarme viviendas más normales y a un precio astronómico. Por desgracia he metido la pata cuando le he preguntado por una fotografía de una casa modélica. Se le ha congelado la sonrisa en la cara y me ha dicho que eso era el periódico y que la casa en cuestión era el palacio de Buckingham, que al parecer no está a la venta...

Poco después de que el agente se haya repuesto del desencaje de mandíbula de tanto sonreír me ha mostrado un piso muy interesante. Le he pedido ir a verlo. Acto seguido nos hemos dirigido al habitáculo en cuestión. El barrio es muy popular, pues por las esquinas hay gente que se dedica a vender navajas albaceteñas. ¡Qué pintoresco!...

Tras subir a un octavo piso sin ascensor, el agente -tras ponerse unos guantes de goma- ha abierto la puerta de un manotazo. Ha dicho algo de que la cerradura aún no la han instalado. El piso es una verdadera monada: está habitado por todo tipo de fauna (insectos, cucarachas, arañas...), tiene goteras, no hay ni una sola pared recta (me encanta la arquitectura abstracta), el techo está mohoso y huele a azufre. He cerrado el trato allí mismo: me recuerda a mi planeta natal...

El agente me ha dicho que tenía que ponerme de acuerdo con la dueña para la venta del inmueble. Ésta me ha sorprendido diciéndome que quería la mitad del dinero en negro. Yo le he replicado que no le podía cambiar un negro por un piso porque, a parte de que al parecer es ilegal (la esclavitud ya la abolieron), no tengo ningún negro...

He tenido que volver a empezar la búsqueda porque el agente de la inmobiliaria se ha negado a volverme a recibir al saber que no disponía de 'negro'. ¿Qué será eso del 'negro'?...

Finalmente, la casita de debajo del puente no está nada mal. Lástima que los cartones se mojan cuando llueve y que hay poca luz, pero hay sitios peores. Por ejemplo el Palacio de Buckingham, donde al parecer uno no puede tomarse ni un café: desde que sale de la cocina hasta que llega a la zona habitada, el café ya se ha enfriado. Para que luego digan que la realeza vive bien...