viernes, diciembre 30, 2005

Incongruencias navideñas

Yo creo que a los humanos les pasa algo raro en el cerebro. De golpe, todos preocupadísimos por el cambio climático (excepto un tal George Bush que parece más preocupado por la teoría de la evolución) y todos hablando de ahorrar energía y de golpe y porrazo, llegan unas festividades denominadas 'Navidades' y se ponen todos como locos a derrochar energía...

Decoran las calles con bombillas de colores en grandes cantidades, consumen como si se fuese a acabar el mundo, encienden todas las calefacciones, consumen ingentes cantidades de combustibles fósiles para desplazarse en sus 'automóviles' y después dicen que se preocupan por el consumo de energía. ¿Son tontos o es que no saben sumar? ...

Para mayor absurdo, se dedican a cortar árboles y llevárselos a sus casas para decorarlos de manera realmente ñoña y con más lucecitas. Todo el mundo sabe que los árboles ayudan a controlar la cantidad de dióxido carbónico en la atmósfera, uno de los principales gases responsables del cambio climático, pero ellos ni caso...

No contentos con ello, en algunas zonas se dedican a aporrear a un pobre leño con un palo mientras cantan una cancioncita infantil exhortando al pobre tronco a que "cague dulces". Están majaretas...

También les da en esta época por empezar a comprar todo tipo de productos inútiles que encierran en cajas y envuelven con papeles de colores chillones. A esto lo llaman 'hacer regalos'. Los más afectados por esta extraña costumbre son los niños que acaban saturados de estímulos visuales, auditivos, táctiles y después no reaccionan ante nada de lo que les sucede en el mundo real...

Parece que los propios adultos no tienen en muy buen concepto a los niños, pues les hacen creer que un señor barbudo vestido de rojo o tres señores tocados con corona y que viajan en camello son los que les traen los regalos. Por suerte los niños se hacen los tontos y los engañan (cosa que tampoco es muy complicada) haciéndoles creer que se lo tragan...

Otra entrañable costumbre de estas fiestas es atiborrarse de comida. Supongo que debe ser algún rito ancestral destinado a acumular grasas para la estación fría, aunque los mismos que se hartan de productos hipercalóricos, después se ponen histéricos porque 'han perdido la línea'. No sé a qué línea se refieren, pero debe ser asunto grave porque a algunos se los ve muy preocupados...

Para celebrar el final del año, se reunen todos delante del televisor para contemplar un reloj que emite periódicamente un sonido metálico llamado 'campanadas' y mientrastanto tienen que irse comiendo una uva por cada temporada. Al parecer se trata de una costumbre muy divertida porque a veces el sádico que controla la ceremonia 'da la campanada' muy deprisa y la gente se atraganta que da gusto. Eso cuando no se equivocan, ya que antes de las 'campanadas' hacen sonar otras 'campanadas' que no son las buenas sólo para fastidiar...

Las fiestas concluyen con otro rito atávico denominado 'rebajas de enero' que consiste en volver a las tiendas a comprar los restos de lo que no se consiguió vender por Navidades. Lejos de ir desganados, hacen cola en las puertas de los centros comerciales horas y horas, pasando frío y estrecheces. Todo por ser los primeros en poder abalanzarse sobre una prenda pasada ya de moda o un artículo inservible. Tengo mucha curiosidad en ver este extraño ritual pues no me lo acabo de creer. ¿Será una broma de mis superiores? ...